Como un von Humboldt meticuloso que fuera recogiendo dibujos y anotaciones de flora y geografía, en 1692 un artista que firmó como A. Boogert representó minuciosamente quizá todos los colores que pudo imaginar. Todos.
Lo hizo en holandés en un tratado de 800 páginas, un documento con carácter didáctico escrito y dibujado a mano. El Klaer lightende Spiegel der Verfkonst, Tratado de los colores utilizados en la pintura al agua, explica cómo crear y mezclar colores de acuarela, cómo conseguir distintas tonalidades añadiendo una, dos o tres partes de agua. Hoja tras hoja tras hoja, con variaciones sutiles de una a otra. Como un pantonario precoz.
Simple, meticuloso, delicado, obsesivo, precioso.
Como para ir con ese pantonario a la imprenta…
Visto en Colossal.