¡Si ya decía yo que en Tampere pasaban cosas raras! Aamulehti, el gran diario de la ciudad, se ubica en Siberia y todo eso. Pero hay más: ya no nieva en Siberia, es decir, en Tampere (al menos, no este invierno), y el día de las inocentadas es el 1 de abril, es decir, hoy.
Aamulehti viene anunciando desde hace meses que el 1 de abril deja el formato sábana y se convierte en tabloide. Hay conmoción en la zona, claro: fue fundado en 1881. 130 años son muchos. Ayer, víspera del día de autos, trabajamos en la redacción con jornada latina. En mitad del trajín, me dio por pensar: ¿y si todo es una broma? Tan extraño puede ser Tampere. Fuimos de madrugada a la rotativa y el bicho estaba dale que te pego escupiendo ejemplares. Hasta la planta se habían acercado los mandamases de Alma Media, el grupo editor, el director, todos. Aún así, no las tenía todas conmigo.
Hoy me he levantado —bastante molido, por cierto— y he bajado deprisa a desayunar. 1 de abril y allí estaba el nuevo Aamulehti. Pequeñajo y pulcro. Con su página de mentiras, la que todo el mundo busca. ¡Qué pena!, me he dicho con retranca. Desde luego, hubiera sido una gran noticia amanecer asabanado y con cara de póker.